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MIGRACION .. VIAJAR PARA MEJORAR?

MIGRACION .. VIAJAR PARA MEJORAR? MIGRACION INTERNACIONAL


Unas 175 millones de personas viven fuera de su país de origen.
Una cantidad récord de personas están cruzando las fronteras, realizando largos y difíciles viajes en busca de una vida mejor.

La migración internacional afecta a casi todos los países y es un importante tema de debate, en momentos en que muchos gobiernos reciben presiones internas para reducir el ingreso de extranjeros y otros para resolver las causas de la emigración.

Algunas preguntas y respuestas de Diego Melamed (autor de un libro al respecto) hechan luz sobre el tema.

Las razones y situacion del que se va ...

En el fenómeno del actual exilio, básicamente hay tres grupos de emigrantes, los que van a Estados Unidos vía Miami, los que van a España, vía Madrid, y lo que van a países que salen en búsqueda de inmigrantes todos los años, por ejemplo Nueva Zelanda, Canadá o Australia.

En un comienzo, muchos empiezan trabajando en trabajos que no harían acá, o haciendo cosas para las que no se formaron. Muchos de los que se fueron todavía no encontraron ese trabajo al cual aspiraban. Lo que sí pude observar, varios ejecutivos que emigraban buscando trabajo en países cercanos, como Chile o Brasil, ya en su profesión ganan en dólares más de lo que podrían ganar acá.

Hay varios casos donde se sale huyendo del país. Algunos me hacían recordar la imagen de las personas tirándose desde las ventanas de las Torres Gemelas, sabiendo que se dirigían al abismo, pero prefiriéndolo por sobre el calvario que les tocaba vivir aquí. Lo cierto es que hoy en día, la emigración es muy complicada, especialmente en Europa, donde hay una dificultad mayor en conseguir trabajo por la cuestión de la ilegalidad, y en Estados Unidos después del once de septiembre, cuando se endurece un poco la política inmigratoria.

Hay arrepentimientos?

Es interesante comprender que mucha gente que va, siente que ya estaba afuera cuando estaban acá. Claro que señalan que cuando vuelva a haber trabajo, crecimiento, oportunidades alegrías, justicia, es decir el país que ellos querían que sea, no van a dudar en volver. Sucede que al margen de la situación, el vínculo con el país es muy fuerte: en Miami, pude observar el crecimiento de los cibercafés, que están llenos de argentinos que chatean con sus amigos, que leen el diario de Argentina. De hecho, Internet juega un papel importantísimo en la actual emigración, tanto para poder planificarla, por medio de sitios como el de ustedes, o de embajadas que están online, como para poder estar más “cerca” de los que se podía estar años atrás.

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Madres y Abuelas... las que quedan

Me decía una psicóloga clínica, quien debió criar sola a cuatro hijos, que desde siempre había tenido un sueño: llegar a los sesenta años, sentarse delante de su vieja máquina de escribir, para poder crear artículos, cuentos y novelas, con el objetivo de leérselos a sus nietos y descansar por fin un poco de la parte laboral.

Siempre pensó que con cuatro hijos tendría tanto trabajo como abuela que no iba a poder con todo: con su trabajo de psicóloga, con su deseo de crecer como escritora y con sus ganas de ayudar en la crianza de los nietos.

“Es una madraza”, solía decir la gente de ella. Sin embargo, no pudo rehacer su vida de pareja, pues los hombres huían ante la idea de vivir y colaborar en la manutención de una familia tan numerosa.

“Los míos, los tuyos y los nuestros” de las películas no podría conformarse en un país latinoamericano, donde el hombre y la mujer -en general- apenas pueden mantener a dos hijos. Por lo cual ella, decidió seguir luchando sola con su familión, y mantener relaciones cama afuera.

No se podía quejar: así como era maternal con sus propios hijos, era muy continente con sus pacientes. Tenía el consultorio lleno, y su vida profesional crecía día a día. También floreció como mujer y como amante. Lograba formar buenas parejas, pero no estables.

Hete aquí que esta mujer tan agradable, tan sociable, y tan afectuosa, se convirtió en una persona pesimista y depresiva cuando tres de sus hijos decidieron emigrar con sus familias, para probar suerte en el extranjero.

Nunca ahorró dinero para este tipo de eventualidades; nunca se imaginó que iba a perder a sus hijos y nietos en apenas seis meses, que fue lo que tardó la debacle de su país.

Las llamadas telefónicas diarias, el INTERNET, la filmadora –que había adosado a la computadora-, eran sólo paliativos que le servían –a veces- para calmar su angustia. Pero otras, cuando veía a sus nietos proyectados en la pantalla de la computadora, esa situación robotizada, la trastornaba mucho mas, y se deprimía profundamente. Añoraba los bracitos y besos de sus nietos, y las largas conversaciones y juegos que solía tener con ellos.

“¿Cuándo nos venís a ver, abuela?”, preguntaban todos al unísono. Y ella disimulaba sus lágrimas y decía “Prontito... prontito...”

Sentía que día a día los perdía cada vez mas. Sus hijos y sus nietos se estaban adaptando a otra cultura. Había dejado de ser el personaje importante en la vida de ellos. Hasta temía que su nietita de dos años en poco tiempo dejara de reconocerla como abuela.

Vivía con su hijo menor, añorando los ruidos de la casa familiar y aunque su pobre hijo le daba todo el amor que podía, invitando amigos a cenar, a compartir un asado los domingos, la soledad la asfixiaba y la angustia era cosa de todos los días.

Estaba muy enojada con el país, con los gobernantes, culpándolos de haber destruido su familia y sus sueños de ingresar a la tercera edad rodeada de nietos y desarrollando una carrera literaria que había quedado encapsulada en su alma durante 40 años, y que en este momento ella necesitaba dar a luz.

Perdía pacientes, porque ya no podía sonreír, y porque ellos tenían cada vez mas impedimentos económicos.

Y esto la angustiaba mas aún, pues no podía juntar los $1500 dólares para visitar a su familia con frecuencia. Se encontraba en una situación de sin salida y sin esperanza. Sabía que no podía emigrar, pues no iba a poder trabajar en otro país con su título. Tendría que revalidarlo, y ese era un esfuerzo muy grande que no estaba dispuesta a hacer a los 60 años. Además de los impedimentos legales propios del país a donde habían emigrado sus hijos.

Tuvo que recurrir a una terapia de apoyo para poder sobrellevar esta situación. Y decidió trabajar con grupos de mujeres que estuvieran pasando lo mismo que ella.

Esto la ayudó mucho, pues siendo solidaria con otras mujeres que transitaban su mismo dolor, pudo sobrellevar la depresión que le produjo la fractura de su hermosa familia por los problemas laborales y económicos de su país.

Comenzó a comprender que lo que veía en la publicidad era verdad (decían los jóvenes: “Millones de puestos lo esperan a través de INTERNET”). Tenía que adaptarse a vivir en un mundo globalizado, a aceptar esta nueva situación, y a no correr tras sus hijos y nietos. Tenía que poder rehacer su propia vida, y este era un aprendizaje nuevo que necesitaba elaborar.

1 comentario

Raquel -

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